Cuanto cuesta mantener un barco y cuales son los gastos de tener un velero son preguntas que preocupan a todo el que quiere entrar en el mundo nautico y comprar un barco para un uso recreativo deportivo.
A veces esos gastos son mucho mayores que el precio del barco en sí, con lo que hay que tenerlos muy en cuenta, ya que debemos de tenerlo amarrado en algún sitio, puerto o varadero. Por ejemplo, el precio del alquiler de un amarre en un puerto para un velero de 10 metros en la zona de la Costa del Sol de Málaga puede rondar al mes los 350 euros. Unos 4.200 euros anuales solo en gastos de alquiler.
Puerto Málaga. Ejemplos de tarifas amarres
Pago anual, IVA y suministro de agua/ luz incluido.
- Barco eslora máxima 8 metros =
3.200 euros
- Barco eslora máxima 10 metros =
4.200 euros
- Barco eslora máxima 12 metros =
5.260 euros
A partir de cierto tamaño o tipo de barco hay que sumar una tasa aparte anualmente, la conocida como Tasa 0. Una lancha motora de 9 metros paga 315 euros y una de 12 metros 450 euros.
Los veleros están exentos de esta tasa hasta los 12 metros. A partir de ahí, un velero de 14 metros pagaría por ejemplo unos 700 euros de tasa al año.
Pero aparte del alquiler del amarre hay que hacer unas tareas de mantenimiento que son inexcusables, ya que el paso del tiempo, el clima salino y el agua del mar van degradando el barco y sobre todo la parte que está bajo el agua va generando una capa de suciedad y caracolillo que anualmente hay que limpiar.
Los precios van normalmente en función del tamaño del barco o de su eslora. Hay que pagar los costes de la grúa para sacarlo del agua, la estancia en el varadero y los suministros, aparte de los materiales y el coste de las tareas que haya que hacer. Una varada normal para un barco velero de unos 10 metros, con limpieza de fondos, pintura, hélice y cambio de algún elemento suele costar de 1.000 a 2.500 euros.
Así podríamos seguir incrementando la factura hasta donde queramos actualizar y renovar el estado del barco, ya que pueden surgir innumerables cuestiones y gastos que podamos querer asumir. Desde el cambio de un grifo, a tener que afrontar algún problema más serio o costoso de motor, velas, timón, orza, fibra, reparaciones del casco.... y así hasta el infinito ya que podríamos teóricamente renovar por completo el barco y dejarlo como nuevo según la capacidad de nuestra cartera.
